Ha llegado ese momento en la vida en que te apetece pintar. Probablemente dibujabas mucho cuando eras más joven y te apetece retomarlo y ser capaz de crear algo. Te compras un lienzo, unos pinceles y óleos y estás dispuesto a pintar tu primera obra maestra. Pero, ¿por dónde empezar?

Cuatro consejos muy sencillos para empezar o para ver el mundo con otros ojos que te ayudarán en este viaje.

Dedica tiempo a dibujar

Todos queremos empezar a aplicar color sin perder tiempo en el dibujo, igual que queremos saber manejar nuestro nuevo reloj despertador sin leer las instrucciones, pero un buen dibujo es clave para un buen cuadro.
Y no ya solo el dibujo específico de un cuadro debe ser bueno sino que es necesario practicar, dibujar mucho para coger soltura de la misma manera que primero se aprende a andar antes de correr. Por tanto, dedica tiempo a dibujar antes de coger un pincel. Pasa un par de semanas dibujando lo que ves, sin ninguna pretensión, da igual que quede bonito o feo, es solo para ti. Un lápiz y un cuaderno de hojas blancas, no necesitas nada más.
Cuando pintamos, se activa una parte del cerebro específica. Y como en cualquier deporte es bueno calentar previamente. Antes de empezar un complicado retrato, dedica cinco minutos a pintar espirales, flores, flechas, dibuja tu propia mano, lo que sea. Lo importante es que se active esa parte del cerebro para que cuando comiences con tu dibujo te sea más fácil.

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Mira a tu alrededor

Obsérvalo todo, mira al mundo con otros ojos, fíjate en las proporciones de esa silla, en cómo de juntos tiene los ojos esa persona, en de qué colores se compone ese verde.
La parte de observar es muy importante para dibujar. Damos tantas cosas por hecho que no nos hemos parado a mirar cómo son. Observa y haz cálculos mentales: la distancia entre sus ojos permitiría dibujarle un ojo más entre medias, desde la nariz al labio superior no hay casi espacio, en esta perspectiva parece que la silla solo tiene tres patas. Acostúmbrate a mirarlo todo, cuando cojas un lápiz para dibujar ya tendrás esa habilidad adquirida.
Respecto a los colores es un ejercicio más divertido aún. No existen los colores puros, como recién salidos del bote de pintura en el mundo real. Ni aunque hablemos de cosas artificiales. Un coche rojo no es solo rojo, tendrá el reflejo del cielo en el techo y del asfalto en la base, sombras que oscurezcan y den volumen, cambios de tono que indiquen que está abollado. Y si es de noche el coche se verá de color pardo. No importa, en el lenguaje hablado diremos que es rojo. Pero a la hora de pintarlo tenemos que respetar todos sus colores. O usar otros distintos si queremos pero por elección, no porque no veamos más colores.
Mira los colores que te rodean y trata de componerlos mentalmente. Quizás ese coche rojo necesita mucho azul.

Un ejercicio interesante para observar colores es mirar un vaso de cristal medio lleno de agua. ¿De qué color es? ¿Transparente? ¿Blanco?
Míralo bien, tiene brillos blancos y es del color de las cosas que se ven a través suyo.

Consejos para pintar al óleo

Practica

Muy bien, llevas dos semanas dibujando y mirando a tu alrededor y estás deseando empezar. Has hecho tus espirales y quieres empezar. El lienzo vacío presiona. A lo mejor antes de comprarte todo tu material ya sabías lo que querías pintar, pero lo más normal es que tengas la necesidad de hacerlo pero no sepas lo que quieres pintar.
No uses el lienzo aún. Coge cartulina o algún cartón de embalaje. Algo que no importe manchar, que no te agobie si no queda bien. No estás haciendo tu obra maestra, estás jugando, estás probando. Prueba a mezclar colores, prueba a ver cómo fluye el pincel en función de la cantidad de aguarrás que eches, prueba a crear tu color en la paleta y a aplicarlo o a aplicar los colores y mezclarlos en el cartón, prueba a poner un color junto a otro sin que se mezclen. Practica, entiende cómo funciona la pintura.

Estudio

Aprende la técnica

Como todo en esta vida el óleo tiene una parte de técnica que descubrirás en cuanto empieces a jugar con él. En cualquier caso, leer algo sobre el funcionamiento básico antes te vendrá bien sobre todo si tienes tendencia a exasperarte si no te salen las cosas bien a la primera. Algunas indicaciones básicas:

  • La pintura puede mezclarse en la paleta o en el lienzo. Si echas pintura sobre pintura fresca, se mezclará, si la echas sobre pintura seca, se pondrá por encima. Es opaca, a diferencia de la acuarela, a no ser que la diluyas mucho en medio para que sea transparente (veladuras). Pintar mezclando los colores directamente en el lienzo con pintura sin secar es lo que se llama pintura alla prima.
  • Se utiliza liquin o aceite de linaza como diluyente de la pintura y aguarrás para limpiar el material. Moja un poco el pincel para que la pintura fluya. Cuanto más medio eches, más transparente será la capa de pintura que apliques. Escurre el exceso de disolvente de tus pinceles si no quieres que el exceso escurra por el lienzo.
  • Limpia bien los pinceles cuando vayas a cambiar de color y no quieras que se mezclen. Agítalos en un vaso con aguarrás y sécalos con un trapo.
  • No uses el color negro. Las sombras o para oscurecer un color deben hacerse con el color complementario. El negro ensucia los colores si lo mezclas. Puedes usarlo casi al final del cuadro, para algún detalle.
  • El blanco se usa mucho y mi tubo de color blanco es el doble de grande que el del resto de colores. Me sirve casi como base para mezclar muchos colores. Pero, ojo, porque pasa algo parecido a lo que ocurre con el color negro: el blanco se come y apaga el color original. Si quieres aclarar un color sin que pierda fuerza, usa el amarillo.
  • Los colores tienen un tono en función de los colores que les rodean. Un jarrón blanco parecerá más claro si el fondo es oscuro y viceversa, aunque usemos exactamente los mismos colores para pintar el jarrón en ambos casos. Por tanto, estamos pintando también el jarrón cuando pintamos el fondo. El concepto de valor (cuánto de oscuro o claro es un objeto) es muy importante.
  • Los pinceles son caros, límpialos bien tras usarlos aunque te de pereza o se quedarán inservibles, ya sabes, aguarrás y después bajo el grifo con jabón de lavavajillas hasta que salga limpia el agua.

(Tods estos conceptos se detallen en la lección técnicas para pintar al óleo.)

Y sobre todo disfruta. No esperes que salga bien a la primera porque cada día saldrá un poco mejor y no importa lo que pintes. Primero será un jarrón, luego un paisaje y más adelante un retrato. Muchas veces bloquea el no saber qué pintar y luego ves que Van Gogh pintaba sus botas viejas y te das cuenta de que no importa el motivo.


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